El cerco terrorista se cierra sobre Hamid Karzai. 16 personas han sido detenidas en las últimas 48 horas en Kabul acusadas de planear un macro atentado en el complejo presidencial. BBC y Al Jazeera, citando fuentes de los servicios de inteligencia afganos, informan de la aparición de once chalecos con explosivos preparados para cometer acciones suicidas en dependencias del ministerio de Defensa, a menos de un kilómetros del búnker del que apenas sale un mandatario que ya perdió un hermano en un ataque suicida el pasado verano en Kandahar. Entre los detenidos hay al menos seis miembros del Ejército Nacional, lo que confirma los temores sobre el alto grado de infiltración logrado por la insurgencia. Según los oficiales de inteligencia la intención de los terroristas era inmolarse en los autobuses que portan a las más de mil personas que trabajan en este complejo de alta seguridad. Pese a tener buena parte del país bajo su control a través de los denominados ‘gobiernos en la sombra’, la insurgencia es consciente de la importancia de golpear en Kabul, el mayor escaparate de cara al mundo.

 

Españoles mentorizando afganos en Qala i Nao.

En las últimas 48 horas tres soldados de la OTAN –dos británicos y un estadounidense- han muerto por los disparos de los afganos a los que entrenaban en las provincias de Paktika y Helmand, unos ataques cada vez más frecuentes. El nivel de alerta para los mentores internacionales es máximo desde la quema del Corán en la base de Bagram, uno de los argumentos con mayor peso utilizados por la insurgencia para justificar sus acciones y lograr la cooperación de militares y policías. El secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, quiso restar importancia a estos ataques y los denominó “actos esporádicos”, lo que no evitó que se emitiera una alarma para suspender los entrenamientos en Afganistán hasta nueva orden.

La preparación de las fuerzas afganas es la prioridad de la comunidad internacional que tiene previsto el repliegue de sus fuerzas en 2014. Esta labor, sin embargo, no se empezó a realizar en serio hasta 2008 por lo que el nuevo Ejército y Policía generan muchas dudas. La falta de preparación y el alto índice de deserciones son los problemas básicos de unas fuerzas a las que Karzai quiere cuanto antes desplegadas en las zonas rurales para evitar incidentes como la matanza de Kandahar de comienzos de mes.