IMG_1826_resizeSoldado americano en las calles de Bagdad. (M.A)

Once años después de la invasión de EEUU la “guerra contra el terror” ha fracasado y Al Qaeda se ha convertido en un rival aún más peligroso encarnado por el Estado Islámico de Irak y Levante. El yihadismo internacional ha obtenido su mayor victoria desde el ataque del 11-S en Nueva York: la toma de Mosul. Estas son algunas claves de la situación actual en la región una semana después de la ofensiva del EIIL.

 

¿La política de EEUU en Irak ha sido un fracaso? 

Rotundo. Su máximo esfuerzo fue construir un estado y un ejército desde cero y en estos once años se ha visto que no lo han logrado. El país como tal no existe desde hace tiempo, suníes, chiíes y kurdos hacen la guerra por su cuenta y los acontecimientos de esta semana dejan aún más clara las diferencias sectarias y étnicas que dan por muerto el Irak post Sadam en el que trabajó EEUU. La enemistad suní-chií era evidente, pero lo que se ha roto esta semana es el pacto no escrito entre chiíes y kurdos, que era el único hilo que mantenía unido a Irak hasta ahora.

Por cierto, en Afganistan se siguen los mismos pasos y el país asiático va directo al modelo de estado fallido de Irak.

-¿Por qué se enfrentan suníes y chiíes?

-Luchan por el poder en el siglo XXI, aunque hablamos de la guerra más antigua del Islam. Los chiíes son el 60% de la población y durante el régimen de Sadam fueron marginados. Desde su caída, sus partidos religiosos han ganado las elecciones y han gobernado de una forma tan sectaria o más de lo que lo hacían antes los suníes. Los nuevos dirigentes, con el primer ministro interino Nuri Al Maliki, a la cabeza han sido incapaces de tender puentes y por eso ya hubo una guerra sectaria en 2006 y ahora el país está a las puertas de la segunda.

-¿Una división sectaria y étnica sin solución?

-El país va directo a la partición. No hay unidad nacional, no hay un sentimiento iraquí, el único sentimiento es de la confesión o la etnia, en el caso kurdo. Irak es pasado y duró lo que duró la mano dura de Sadam, acabado el régimen han sido las fuerzas religiosas, debidamente apadrinadas por potencias regionales como Irán, en el caso chií, o Arabia Saudí y sus socios del Golfo, en el suní, las que se han salido con la suya.

-¿Por qué Kirkuk es un punto estratégico?

-Esta es una ciudad que descansa sobre interminables campos de petróleo y gas que es objeto de disputa desde 2003 entre el gobierno central de Irak y la autonomía del norte del país dirigida por el Gobierno Regional del Kurdistán (KRG, por sus siglas en inglés). Aquí se produce el treinta por ciento del petróleo que exporta el país cada día, la producción total de Irak está en 3,2 millones diarios, una buena razón para mantener la zona en disputa. Está en la frontera de la región autónoma kurda y sus milicianos han aprovechado el caos de esta semana para hacerse con el control. Los kurdos la reclaman como suya porque dicen que esta ciudad fue víctima de la campaña de arabización lanzada por Sadam en los 80 que acabo con el exilio forzado de miles de personas.

-¿Una posible intervención norteamericana mancharía el legado de Obama?

-El ex embajador de España en Bagdad, Ignacio Rupérez, comenta que “Barack Obama quiere pasar a la historia como el presidente de EEUU que acabó guerras, pero en realidad debería hacerlo como el presidente que sacó a sus soldados de guerras sin acabar”. Washington descarta una intervención directa, pero sí parece que podría intensificar el apoyo al gobierno de Bagdad, lo que produce la curiosa situación de ver a EEUU e Irán cooperando contra un enemigo común, al contrario de lo que ocurre en Siria.

¿Cuáles son las consecuencias humanitarias?

La ONU ya habla de “catástrofe humanitaria” y eleva a un millón el número de desplazados desde que prendiera esta segunda guerra sectaria en Irak de la que la toma de Mosul y Tikrit es el último episodio, pero que viene desde enero, cuando los insurgentes tomaron Ramadi y Faluya. La inmensa mayoría ha encontrado refugio temporal en el Kurdistán.

¿Hay solución a corto plazo?

Los hechos no invitan a pensar en soluciones, sino en que la cosa va a empeorar. Ya no se puede mirar solo a Irak, hay que hacerlo al doble frente sirio-iraquí y cuesta pensar que con el EIIL sea posible una salida dialogada, con lo que tendremos más sangre, más desplazados y más refugiados.