Dima Al Wawi pasa sus primeros días en libertad tras permanecer dos meses y medio en una prisión de Israel. Su caso podía ser uno más entre los miles de palestinos que pasan por centros de detención israelíes cada año, pero Dima tiene 12 años, la edad mínima de responsabilidad criminal establecida por las leyes militares que rigen en los territorios ocupados para los palestinos, y es la niña más joven que ha encarcelado la seguridad israelí. Natural de Hebrón, uno de los lugares donde más duro ha golpeado la oleada de violencia que sufre el conflicto entre israelíes y palestinos desde octubre, la niña fue detenida el 9 de febrero a las puertas del asentamiento de Karmei Tzur “por llevar un cuchillo, pero no atacó a nadie”, afirma Ivan Karakashian, miembro de la organización Defense for Children International-Palestine (DCIP), que ha prestado asesoramiento legal a la familia en todo el proceso.
Foto: Maan
La Justicia, en Cisjordania los palestinos viven sometidos a la ley marcial mientras que los colonos lo hacen bajo el sistema civil israelí, le condenó a cuatro meses y medio por “intento de homicidio”, pero la presión internacional y las apelaciones de sus abogados ante el tribunal militar lograron su puesta en libertad, previo pago de una multa de 8.000 sheckels por parte de la familia (unos 1.900 euros al cambio). En su aldea, Halhoul, “le han recibido como a una heroína”, según recoge The New York Times, que cita a la pequeña en el momento de su liberación diciendo que “soñaba con el martirio”. Desde que estallara la bautizada como “intifada de los cuchillos” en octubre, hasta el mes de marzo, 28 israelíes han muerto en ataques con cuchillos, pistolas o por atropellos intencionados. Las fuerzas de seguridad israelíes y los colonos han matado a 204 palestinos, según los datos del ministerio de Salud palestino, la mayoría abatidos cometiendo o cuando planeaban cometer un ataque, asegura Israel.
438 menores en prisión
La liberación de Dima coincidió con la publicación en el diario Haaretz de las cifras de menores detenidos por Israel. Antes del inicio de esta “intifada de los cuchillos” había 170 menores encerrados, ahora la cifra ha ascendido a 438, según los datos del Servicio de Prisiones. “El aumento de encarcelamientos se debe a que se vive una mayor tensión en las calles. Cada vez hay más choques y la estrategia de Israel de detener a menores persigue golpear al sector más vulnerable, aterrorizar a la población para que no resista a la ocupación”, denuncia Karakashian.
Además de asesorar a las familias el DCIP ha podido investigar 429 casos en los que el 97 por ciento de los niños aseguran haber sido interrogados sin la presencia de un abogado o de sus familiares como exige la ley y en más del 75 por ciento denuncian haber sufrido malos tratos en las primeras 48 horas de detención. UNICEF ya alertó en un informe de 2013 del maltrato “sistemático y extendido” a los menores encarcelados por Israel y denunció prácticas «crueles, inhumanas o degradantes de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención contra la Tortura». Israel mostró entonces su disposición a “estudiar las conclusiones” del organismo internacional, pero tres años después las denuncias por parte de las familias no cesan.
A comienzos de abril de este año fue Human Rights Watch (HRW) quien acusó a las fuerzas de seguridad israelíes de emplear con menores un “uso innecesario de la fuerza con gritos, amenazas y golpes» y tratarles «de una manera que traumatizaría y aterraría a un adulto». El portavoz de la Policía israelí, Micky Rosenfeld, respondió entonces diciendo que el estudio de HRW era «incorrecto y engañoso» y aseguró que todos los trámites «se hacen en coordinación y de acuerdo a los procedimientos estándar». La versión oficial israelí choca con las investigaciones de las organizaciones de derechos humanos, internacionales y locales.
*Publicado en los diarios de Vocento el 27-04-2016