Los talibanes tienen nuevo líder y han optado por una figura de un perfil más religioso que militar. Hebatulá Ajundzada tendría entre 45 y 50 años y es natural de Kandahar, el auténtico bastión del movimiento en el sur de Afganistán. En los últimos años ha sido el responsable de la mayoría de fatuas (edictos religiosos) promulgadas por los talibanes en el país y los expertos consideran que con su designación, aprobada por unanimidad en la shura (consejo), servirá para reforzar la unidad de un grupo que había sufrido divisiones internas durante el mandato de Ajtar Mansur, quien durante 2 años ocultó la muerte del mulá Omar y mandó en su nombre. Esto sentó mal entre algunos comandantes que llegaron incluso a alzarse en armas.

Ajundzada, miembro de la tribu Noorzai, una de las más importantes de Kandahar, es uno de los históricos de la jerarquía talibán desde la época del mulá Omar y, según un informe de Naciones Unidas, ocupó el cargo de lo que podría equivaler al ministro de Justicia hasta el colapso del régimen talibán en 2001, tras la invasión de Estados Unidos. Se espera que siga con la línea firme de oponerse a la negociación con el gobierno de Kabul mientras haya tropas extranjeras en el país.