JERUSALÉN. La voz rota y el rostro cansado de Iván Prado son el reflejo de una semana intensa de gira por Nablus, Ramala y Jerusalén. El cansancio desaparece, sin embargo, cuando recuerda la respuesta de los niños en los pasacalles, la actuación de los jóvenes de Yenín en la única carpa de circo en Palestina, en Bir Zeit, el éxito del grupo catalán Txarango, que hasta ha compuesto una canción especial dedicada a Palestina estos días, y el acto de protesta en el muro, donde “nos desnudamos para reírnos del muro, esta pared es física, pero también psicológica y muestra el alcance de la estupidez humana y de hasta dónde son capaces de llegar los mismos que sufrieron el Holocausto”, asegura Prado, portavoz del grupo Pallasos en Rebeldía que se encarga de la organización del Festiclown.
Esa protesta ante el muro estuvo a punto de acabar a palos porque el tema del desnudo público, sobre todo femenino, sigue siendo un tabú en una sociedad tan conservadora como la palestina, pero la acción duro unos minutos y pudieron salir corriendo antes de recibir alguna pedrada. Desde el primer Festiclown en 2011 hasta hoy Prado, que se define como “payaso que va a zonas en conflicto”, defiende “el poder que tiene el circo para transformar la oscuridad que sufre el pueblo palestino a causa de la ocupación”. La expedición las forman 32 personas llegadas de distintos puntos de España, que cuentan con el apoyo de otros 30 palestinos para “hacer de la risa el alimento de la esperanza porque sin esperanza no hay futuro. Nuestra lucha contra la ocupación es encender la llama de la esperanza en cada persona que nos vea”, insiste Prado.
Firmantes del BDS
Pallasos en Rebeldía es uno de los colectivos firmante de la campaña BDS (que responde a las siglas de boicot, desinversión y sanciones), que persigue presionar a Israel de forma económica y política para que respete la legislación internacional. “Yo no trabajaría en Israel, no tengo tiempo. Yo estoy con las víctimas, no con los verdugos. Mientras exista la ocupación no trabajaremos con los verdugos”, señala Prado, que reconoce que “firmar la campaña BDS hace que entremos directamente en una lista negra, pero de momento no nos ha afectado y aunque nos llegue a afectar seguiremos adelante porque tenemos la experiencia de Sudáfrica”.
Palestina, Brasil, Sáhara, México, Líbano… y ahora los refugiados que llegan a Europa, los frentes se multiplican para los Pallasos en Rebeldía que ya trabajan en un proyecto para poder acompañar a los cientos de miles de personas que este verano recorren los Balcanes para entrar en la Unión Europea. Sin perder la sonrisa, pero con un discurso firme, Prado tiene claro que “la risa es un elemento esencial para superar los conflictos”.