GAZA. El barrio de Shejaiya se ha convertido en la auténtica zona cero de la operación ‘Margen protector’ después de la muerte de al menos sesenta personas en menos de 24 horas, lo que eleva a más de 420 el número de palestinos muertos, según fuentes médicas. El Ejército israelí perdió a trece hombres de la Brigada Golán durante “diferentes operaciones” y las Brigadas Ezzedin Al Qassam aseguraron que algunas de estás bajas se produjeron después de que los blindados en los que viajaban pisaran barriles bomba. A continuación comenzó el bombardeo más brutal que se ha vivido nunca en Gaza, que dejó Shejaiya reducido a escombros. El Ejército justificó la operación en esta zona argumentando que “Hamás ha lanzado desde aquí 140 cohetes” y recordó que había pedido en dos ocasiones a los civiles que dejaran sus casas, pero que “los terroristas los han usado como escudos humanos”. Al mediodía, a petición de la Cruz Roja, hubo una pequeña ventana de tregua humanitaria que permitió la retirada de cadáveres y la evacuación de heridos.
La Franja vivió su jornada más sangrienta y los civiles volvieron a ser las principales víctimas de la guerra contra los túneles y las lanzaderas de cohetes de un Ejército israelí al que las Brigadas Ezzedin Al Qassam sorprendieron por segundo día consecutivo. Los milicianos del brazo armado de Hamás, con técnicas cada vez más parecidas a las empleadas por la milicia libanesa Hizbolá en la guerra de 2006, burlaron el cerco israelí el sábado y tras colarse por un túnel a territorio enemigo mataron a dos soldados; un día después dos blindados israelíes pisaban los barriles bomba en Shejaiya y trece militares de la Brigada Golán, el cuerpo de élite del Ejército de Israel, perdían la vida, el número más alto precisamente desde la campaña libanesa. Además de las acciones por tierra los islamistas lanzaron un día más decenas de cohetes a territorio Israelí.
Cada bando despliega en el campo de batalla sus mejores armas, pero la diferencia de fuerza es abismal y los efectos también. Los más de 1.500 cohetes palestinos han matado a dos civiles israelíes en los últimos trece días y los milicianos han abatido a 18 soldados. El balance de bajas palestino supera las 420 y, según la ONU, el ochenta por ciento son civiles. Desde los hospitales de la Franja no se cansan de realizar peticiones a la comunidad internacional debido a la falta de material básico, pero los llamamientos palestinos no superan los muros impuestos por Israel y Egipto, que ahogan la Franja.
Escudos humanos
Benyamin Netanyahu ofreció una entrevista a la cadena CNN en la que repitió que están dispuestos a tomar “cualquier acción necesaria” para detener los ataques desde Gaza. En un día marcado por la matanza causada por el bombardeo masivo en Shejaiya el primer ministro israelí aseguró que “intentamos acertar con blancos militares, pero desafortunadamente hay víctimas civiles que lamentamos” y volvió a acusar a Hamás de usar a los ciudadanos de “escudos humanos”. Aunque no quiso marcarse plazos, el dirigente israelí adelantó que la destrucción de túneles podría terminar “bastante rápidamente». El Ejército asegura haber inutilizado cuarenta túneles hasta el momento.
La diplomacia internacional trata de presionar para un alto el fuego, pero hasta el momento de forma muy ligera. El presidente palestino, Mahmud Abás, viajó a Doha, donde está previsto que se reúna con el líder del movimiento islamista Hamás, Jaled Meshal, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un nuevo intento por impulsar un alto el fuego. Abás, como máximo representante del gobierno de unidad palestino, pactado con Hamás en abril, condenó “la atroz masacre cometida por las fuerzas de ocupación israelíes contra civiles palestinos inocentes» en Shejaiya. Israel conserva el apoyo firme de Estados Unidos cuyo secretario de Estado también viajará a la región para intentar mediar en el conflicto. John Kerry, en declaraciones a la cadena ABC, insistió en el “derecho a defenderse” del estado judío y urgió a Hamás a «aceptar un cese el fuego multilateral sin condiciones». El grupo islamista se niega a dar este paso, que ya dio en las ofensivas de 2008 y 2012, y esta vez exige el compromiso de Israel para levantar el bloqueo sobre Gaza como condición previa a un alto el fuego.
Crónica publicada en los diarios de Vocento el 21-07-2014