El silencio de la familia del periodista Jamal Khashoggi tiene un precio y seis meses después de su asesinato en el consulado de Arabia Saudí en Estambul el diario The Washington Post desveló la existencia de los primeros pagos realizados por la Casa Real a sus cuatro hijos. Según funcionarios del reino y fuentes cercanas a la familia a las que tuvo acceso el diario estadounidense en el que Khasoggi publicaba sus columnas de opinión, se habrían entregado ya viviendas y “pagos mensuales superiores a 10.000 dólares por hijo” como una primera parte de un acuerdo a largo plazo para evitar declaraciones críticas de la familia sobre el asesinato a manos de agentes de seguridad enviados por el propio reino.
La negociación la encabeza el Rey Salmán en persona y, según las fuentes del Post, “este tipo de apoyo forma parte de nuestra cultura y costumbre”. Este podría ser por tanto un primer paso de la versión del tradicional “dinero por sangre” que se aplica en la cultura local para asistir a las víctimas de un crimen. Las mismas fuentes insistieron que los pagos realizados hasta ahora y las casas “no están vinculados a nada más”, pero el diario insistió en que el objetivo final sería comprar su silencio.
Las casas entregadas a los hijos se encuentran en la ciudad costera de Yeda, la segunda más grande del país, y están valoradas en 4 millones de dólares. Solo Salah, el primogénito, reside en Arabia Saudí donde trabaja como banquero, sus tres hermanos viven en Estados Unidos y su plan pasaría por “vender estas propiedades”, desveló el Post. Salah es el responsable de la familia en este proceso y se quedará en Yeda.
Khashoggi desapareció el 2 de octubre cuando entró al consulado de su país en Estambul para resolver unos trámites personales. Conocido por su voz crítica con las autoridades del reino en sus artículos, fue brutalmente asesinado y descuartizado, pero sus restos siguen sin aparecer. Todas las miradas apuntaron al todopoderoso príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, como la persona que pudo ordenar silenciar al periodista, pero la Justicia saudí le eximió de cualquier responsabilidad. En noviembre la fiscalía acusó a once personas del asesinato y cinco de los sospechosos podrían enfrentarse a la pena de muerte. Una vez conocida la sentencia llegará el momento de cerrar el acuerdo definitivo con la familia por el crimen y cada hijo podría recibir entonces “decenas de millones de dólares”, apuntó el Post citando una vez más las fuentes anónimas cercanas a la familia y al caso.